Tipo de Publicación: Artículo Científico
Recibido: 26/03/2021
Aceptado: 05/05/2021
Autor: Javier
Alberto Paredes Quintero
Ingeniero de Minas: UDO, Ciudad
Bolívar-Venezuela
Magister en Gerencia Ambiental: UNEFA, Mérida-Venezuela
https://orcid.org/0000-0002-2201-0328
E-mail: jparedes71@gmail.com
LOS ESTAMENTOS HUMANISTA, SOCIAL Y DIALÉCTICO
COMO PRAXIS EDUCATIVA ONTOEPISTÉMICA EN LOS PROGRAMAS
NACIONALES DE FORMACIÓN
Resumen
La
educación es la formación integral del ser humano, con base de valores
humanistas, sociales, críticos y dialecticos, y el papel de la universidad
reside en la construcción profesional para servir a la sociedad y atender sus
problemas, con miras a construir un futuro más sostenible, integrador y
orientado al desarrollo de cada nación. En ese sentido, se propone la siguiente
investigación que tiene como objetivo, dar a conocer
como etapa inicial, la descripción de elementos relacionados con la praxis
educativa, en los Programas Nacionales de Formación (PNF), impartidos en las
distintas Universidades Politécnicas de Venezuela. Desde una perspectiva
crítica y reflexiva del currículo y como política de estado en la educación
universitaria. La metodología empleada se fundamenta en un análisis de tipo
hermenéutico-etnometodológico del fenómeno en estudio fundamentado desde la
teoría educacional crítica teniendo como resultados, promover en el docente el carácter emancipador cuyas
características deben estar enmarcadas en el carácter humanista, social y
dialéctica. Todo ello, desarrollado, a través de un modelo teórico
interpretativo dirigido al personal docente, que permita establecer en
el papel activo del docente, como principal agente transformador del proceso de
enseñanza,
con una eficiente cohesión entre el diseño curricular y los procesos
formativos.
Palabras claves: Praxis
educativa, humanismo, dialéctica, ontoepistémico.
THE HUMANIST,
SOCIAL AND DIALECTIC STATEMENTS
AS
ONTOEPISTEMIC EDUCATIONAL PRAXIS IN PROGRAMS
NATIONAL
TRAINING
Abstract
Education is the integral formation of the human being,
based on humanistic, social, critical and dialectical values, and the role of
the university resides in the professional construction to serve society and
address its problems, with a view to building a more sustainable future,
inclusive and oriented to the development of each nation. In this sense, the
following research is proposed that aims to make known as an initial stage, the
description of elements related to educational praxis, in the National Training
Programs (NFP), taught in the different Polytechnic Universities Venezuela.
From a critical and reflective perspective of the curriculum and as a state
policy in university education. The methodology used is based on a
hermeneutical-ethnomethodological analysis of the phenomenon under study based
on critical educational theory, with the results of promoting the emancipatory
character in the teacher whose characteristics must be framed in the
humanistic, social and dialectical character. All this, developed through an
interpretive theoretical model aimed at teaching staff, which allows
establishing the active role of the teacher, as the main transforming agent of
the teaching process, with an efficient cohesion between the curricular design
and the training processes.
Keywords: Educational praxis, humanism, dialectic, ontoepistemic.
Introducción
Los estamentos del concepto
Humanista, Social y Dialectico, representan una categorización necesaria de la praxis ontoepistemica, en
la construcción de un modelo teórico interpretativo en el proceso enseñanza
aprendizaje dentro de los Programas Nacionales de Formación (PNF) en Venezuela.
Todo ello con el propósito fundamental de estructurar una base ontológica,
epistemológica y metodológica que aporte nuevos elementos
teóricos y
contribuyan a enriquecer los conocimientos y saberes necesarios en la nueva estructura
educacional que demanda la nación, desarrollado bajo los principios teóricos de
la teoría sociocritica educativa. Es importante resaltar que todo
modelo teórico, debe contener en su haber, elementos novedosos que introduce el
investigador como parte del desarrollo, además de la profundidad y soporte
epistemológico, los aspectos ontológicos, el carácter heurístico y metodológico
que le dan forma y sentido a la investigación objeto de estudio. Bajo
este enfoque, la construcción del modelo se asume desde la definición acuñada por García (2005, p.13) concebido como “un sistema lógico compuesto de observaciones, axiomas y postulados, así
como predicciones y reglas de inferencia que sirven para explicar de manera
económica cierto conjunto de datos e incluso hacer predicciones, sobre qué
hechos serán observables bajo ciertas condiciones.” En este sentido, el modelo
se concibe como una construcción teórica para explicar, predecir y dominar
diferentes fenómenos, eventos vinculados con la práctica docente desde la
perspectiva de la praxis ontoepistemológica en los PNF.
Venezuela decidió
desde la participación activa y protagónica en su gente, a realizar cambios profundo en lo social, en
lo político, en lo económico y sobre
todo en lo humano, hacer una revolución y trasformar su modo de vida rompiendo
con muchos de los esquemas de la viejas
teorías y praxis relacionadas con los cambios sociales, políticos, económicos,
culturales e ideológicos, decisión, que conlleva a la realización de cambios profundos en el
sistema educativo en general en cualquier de sus niveles y que específicamente
en el nivel universitario, reposa la consolidación ética y profesional de construir el hombre
nuevo. Con una formación integral, que en lo ontológico posea profunda calidad
humana, con moral y ética en cada una de sus aptitudes, con amor a la patria y
a todos quienes vivimos en ella, en lo epistemológico adquieran un nivel de
competencias en el conocimiento universal, técnico, científico y humanista que
los haga reflexionar, ser de pensamiento libre y crítico, en cualquier
situación, donde quiera que se encuentre.
Todos los cambios
anteriores coinciden con el inicio de un nuevo siglo, la era del conocimiento,
la era de las tecnologías, y su transformación debe ir impregnada por un
conjunto de postulados y acontecimientos que inducen a transformaciones
substanciales en todo el sistema educativo, entre ellos los paradigmas
socio-cognitivos sobre el aprendizaje; las reformas en la enseñanza
universitaria; los modelos curriculares, cuyas bases socio-críticas,
ecológicas, sociológicas, culturales y
constructivistas promueven la formación
profunda e integral de los estudiantes; de conformidad con las políticas y
acuerdos nacionales e internacionales.
El modelo formativo
entre muchos de sus estamentos, debe responder como instrumento de
análisis y de intervención en la realidad educativa, debe representar, una potente
herramienta intelectual para abordar los problemas educativos, ayudándonos a
establecer el necesario vínculo entre el análisis teórico y la intervención
práctica. El carácter humanista social y dialectico, se integra en una triada
que no puede ser vista de manera individual, cuya cosmovisión se inicia con una
mirada antropocéntrica, donde el hombre ocupa el centro, y se erige como la medida de todas las cosas. Exaltando las
cualidades de la naturaleza humana por su propio valor; sin embargo, el
Posthumanismo, en términos educativos propone superar el humanismo moderno en
descentrar lo humano y colocarlo en el mismo nivel de importancia que lo no
humano.
Es por ello que les corresponde a los docentes
universitarios, transmitir esa herencia cultural con eficiencia,
competitividad, y mentalidad crítica, propiciando a su vez la autonomía social
y cultural del país. En palabras de las investigadoras, esto requiere, de un
docente calificado, motivado, reconocido por la sociedad, capaz de relacionarse
con su medio social y sobre todo consciente de su responsabilidad con los
estudiantes y de la unidad de su quehacer personal y profesional, como modelo
de comportamiento ético para las nuevas generaciones y como orientador de la
práctica pedagógica.
En tal sentido, se proponen algunas líneas estratégicas
basadas en la promoción moral y ética, en la participación activa, la
sensibilización y la reflexión sobre los sistemas de valores que sostienen la
convivencia, establecer un código de conducta para resolver conflictos
interpersonales de la práctica profesional, concienciar acerca de cómo la
praxis educativa universitaria ocupa un lugar relevante dentro de la
transformación universitaria.
En este sentido, es necesario recordar que el desarrollo
humano consiste en la construcción armoniosa de un conjunto de características
bio-psico-socio-culturales propias de toda persona, que se ponen en juego en la
búsqueda del pleno bienestar y la realización individual, así como colectiva.
Acorde con las posibilidades y limitaciones personales del contexto social,
económico, político, ambiental, ideológico, cultural y jurídico en el cual
vivimos.
Que aborde a cada persona como un
ser único, de libre pensamiento, trascendiendo el dualismo cuerpo/alma,
individuo/sociedad, naturaleza/cultura, un ser humano armónico, consiente de
los cambios y transformaciones del entorno social, formado en una interacción
dialéctica por un docente con capacidad reflexiva, facilitador y competente en
el conocimiento, con integración del
conocimiento empírico con el conocimiento racional, para generar nuevas
cogniciones y metacogniciones a partir de la practica social. Con base a estos
planteamientos, el investigador se propone teorizar sobre una
modalidad formativa como Praxis Educativa Ontoepistémica en los Programas
Nacionales de Formación (PNF) desde una mirada en el Paradigma Educacional
Crítico.
Fundamentación Teórica
Hacer referencia a las
investigaciones asociadas al tema, es la expresión de algunos estudiosos, cuya
experiencia como docente no solo está centrada en la praxis educativa del
proceso enseñanza aprendizaje, sino en los modos de aprender los estudiantes y
en las maneras de enseñar de sus profesores, sus vidas dentro y fuera del
escenario educativo, esto último como parte de la gestión del currículo. El
contexto en esta revisión se convierte en un nodo medular, que sustenta y da
soporte al tema, en virtud de la impresión y esencia de cada uno de los aportes
que se obtienen de estas pesquisas, haciendo énfasis en la discusión y
contribuciones que redactan en aquellas de habla hispana.
La construcción del
modelo formativo se fundamenta en la interacción, participación y construcción
social de conocimiento, como praxis ontoepistemolgica en los PNF, todo ello
enmarcado dentro del paradigma educacional crítico. En este sentido se han
tomado como base contextual esta teoría, apoyado en las corrientes del
constructivismo social, la teoría del pensamiento complejo, todo ello apoyado
en un aprendizaje significativo, en quienes representan uno de los dos actores
principales en el proceso enseñanza y aprendizaje, representados en los
docentes.
La integridad con la
visión del modelo formativo exige el aprendizaje teórico y la puesta en
práctica de nuevos principios, métodos y técnicas. Con frecuencia eso implica
desaprender viejas maneras rutinarias de praxis docente. La formación continua
que incluya el análisis crítico de la praxis de interaprendizaje de todos los
docentes debe incorporar la instancia de estudio y discusión como parte
integral de la estructura.
El currículo es
considerado objeto del conocimiento y configurador de la práctica educativa.
Construido participativamente desde la investigación permanente y el proceso
docente educativo como espacio ideal de investigación formativa para generar
ciencia y tecnología, transdisciplinarias, cuali cuantitativa, privilegiando el
dialogo de saberes.
Por
ello, es importante que la acción del docente universitario debe ir más allá de
la transmisión de conocimientos, es necesario que sea capaz de producirlos, a
través de la confrontación de ideas, la práctica de la innovación y su
aplicación, buscar la criticidad, abierto a los cambios, constituir e integrar
grupo de investigación, organizar las actividades académicas de manera
humanizada, espiritual, flexible; que permita facilitar la realización de
proyectos integrados orientados en el mejoramiento del proceso enseñanza
aprendizaje y así, dar respuestas satisfactorias a los problemas que demandan
los sectores sociales.
Ontoepistemología de la Educación
En
las ciencias el análisis del conocimiento científico se realiza a través de la epistemología
que busca la forma que el ser comprende, adquiere y crea el conocimiento, del
cómo se dan los valores, su estructura, así como los métodos empleados en la
investigación, en la explicación y/o interpretación de los resultados, su
validez y confiabilidad científica (Bracca. 1996), del mismo autor se desprende
que los supuestos ontológicos y gnoseológico de las ciencias sociales, estudian
la forma en que el ser humano consciente o inconscientemente adquiere o concibe
el conocimiento, ahora bien, esta manera de estudiar la adquisición del
conocimiento, bajo la mirada educativa, entendida de la aplicación tanto de
ciencias duras como de ciencias blandas, permite dibujar los dos enfoques
paradigmático de la educación e investigación del conocimiento, desde la
naturaleza cuantitativa y cualitativa; el enfoque cuantitativo, busca la
medición de los fenómenos sociales para realizar análisis de sus variables
estadísticas; y el enfoque cualitativo, estudia el fenómeno social desde su
totalidad, es decir, realiza el estudio considerando el objeto social de forma
holística
En
este contexto la epistemología también estudia la relación existente entre el
objeto de estudio y el que investiga, es decir, la influencia que pueda existir
entre el investigador y el fenómeno que estudia. Aquí es importante resaltar el
enfoque paradigmático, la explicación y/o interpretación de los fenómenos en
que se sumergirá para la elaboración del estudio científico en construcción.
En
este orden de ideas, para la construcción de las ciencias del conocimiento, las
diversas y variadas hipótesis ontoepistemológicas, han sido agrupadas o
contenidas en escuelas filosóficas dependiendo del origen del conocimiento como el empirismo, el racionalismo, el
idealismo, materialismo, entre otras; como estrategia investigativa, a los
efectos de fusionar la génesis de la corriente ontoepistemológica. El
investigador describirá muy brevemente la historicidad de algunas de ellas:
El
empirismo:
Representa
la filosofía que afirma que el conocimiento, se origina en la experiencia,
radica en el origen del conocimiento y la forma de construcción de las teorías
para la confirmabilidad y para su validez científica, existiendo dentro de ella
la corriente empírica idealista y la materialista su principio está en “Para
comprender, es preciso comenzar a estudiar empíricamente, y de la experiencia,
elevarse a la generalización”.
El
racionalismo:
Postura
filosófica que estudia el origen del conocimiento, cuándo en él se presenta
necesidad lógica y validez universal, sin la intervención de la experiencia,
sólo utilizando el pensamiento desde la ontología, el racionalismo afirma que
sólo la razón permite establecer que una cosa es como es y no puede ser de otra
forma.
El
idealismo:
Es
una escuela filosófica y ontoepistemológica del conocimiento, la cual afirma
que los objetos físicos no pueden existir, si no existen primeramente en la
mente consciente, sin embargo, para filósofos como Kant la mente y la razón
estructuran la realidad sobre las apariencias y para Hegel la realidad es
espiritual.
El
materialismo:
Es
una corriente filosófica que establece que la materia conforma toda la realidad
y todas las transformaciones que suceden en ella; esta forma de realismo afirma
que el pensamiento es una forma de sensación y cambia lo que se produce en el
alma de las personas, la cual está compuesta por los átomos de los objetos
exteriores que ingresan al cuerpo a través de los sentidos.
Teoría Educacional Crítica
Autores como Marcuse (1898-1979)
extraen que la Teoría Crítica une al materialismo a una teoría de la sociedad,
cuya identidad de la razón es la libertad del hombre, se trata de formar
individuos liberados, que bajo la premisa del investigador, se connota en la
construcción de una sociedad nueva en la que sus integrantes como hombre libres
podrán contribuir en el desarrollo político económico y social y cultural de
ella. Propósito que se logra desde la dialéctica, la cual busca una coherencia
entre las formas de entender el mundo, la sociedad, el sujeto, de manera que
sirva de referente en el quehacer educativo cotidiano, y en el proceso de
transmisión de conocimientos, como proceso de creación y facilitación de orientación de las acciones y
conocimientos mediante relaciones de interacción simétricas en un contexto de comunicación
crítica y racional.
En ese
orden de ideas Habermas (1986), establece la triada “Trabajo, Lenguaje, e Interacción
Social” creando en él, un elemento emancipatorio, el autor, refiere desde la
teoría crítica de la educación, la emancipación del educando, expresada en seis
(6) preceptos filosóficos a saber:
Otro autor a considerar y base
fundamental del Modelo Teórico Interpretativo es Klafki, (1927-2016) a partir
de su desarrollo de la
pedagogía como ciencia de la educación llamada "teoría
críticoconstructiva". Su pensamiento se caracteriza por los siguientes
niveles: El pensar pedagógico inmediato (primer nivel), el pensar metódico que
clasifica las materias (segundo nivel), la didáctica (tercer nivel) y la filosofía
de la educación (cuarto nivel). Cuya génesis de la tendencia crítica en la
ciencia de la educación, la definió como su máximo objetivo en la emancipación
de los individuos. La palabra clave en todo este contexto teórico fue
"emancipación", presente prácticamente en todo el debate pedagógico.
Proceso enseñanza - aprendizaje
desde la teoría crítica educacional
Algunos autores hacen
Hermeneusis en cada uno de los pasos que se desarrolla en la praxis educativa,
analizados desde una visión crítica del proceso, en ese sentido, se hace
mención a Libaneo (1982) en relación a los contenidos, el autor lo refiere como
el componente fundamental del proceso, ya que representa la tarea primordial en
los no contenidos abstractos, sino concretos y por tanto, indisociables a las
realidades sociales y deben ser
permanentemente revaluados en función de realidades sociales. No basta
que los contenidos sean enseñados, es necesario que se conecten de forma
indisociable a su significación humana y social.
En relación a los
objetivos, el mismo autor refiere el potenciar a los alumnos para que ellos
mismos se impliquen en su propia formación, a partir de sus autorreflexiones y
valoraciones críticas y con ello modificar características de la sociedad que
hacen necesaria esa intervención, es privilegiar la adquisición de saber, y del
saber vinculado a las realidades sociales.
El método desde la
corriente crítica, la establece el autor, como una subordinación a los
contenidos, relaciona la práctica vivida por los alumnos con los contenidos
propuestos por los docentes, momento en el que se dará la "ruptura"
en relación a la experiencia poco elaborada, otros autores como Hernández y
Maclearen (2000), coinciden en considerar el aprendizaje grupal como relevante
para la apropiación de nuevos conocimientos, a partir de conocer las formas de
trabajo en colectivo.
La relación
docente-alumno en contraposición a otras tendencias, en especial la
tradicional, se realiza de forma horizontal, se concibe al estudiante como
sujeto activo del proceso de enseñanza-aprendizaje, sin dejar de presuponer que
es objeto del mismo, participa en la búsqueda de la verdad al confrontarla con
los contenidos y modelos explicitados por el docente, a quien le atribuye un
papel directivo pero no autoritario, debido a su experiencia, conocimientos y
formación, juega el papel de mediador, cuya función pedagógica es suministrar
las condiciones necesarias para la relación de colaboración que se instaura,
teniendo tres aspectos claves en el proceso: a) La enseñanza como práctica
transformadora, b) La escuela como esfera pública democrática, c) Fomento de un
discurso común unido a imperativos democráticos de igualdad y justicia social.
Deontología Educativa
En el siglo XIX,
Jeremías (1832) en su obra titulada “Deontología” es el primero en usar esta
denominación aplicada a la ciencia de los deberes o teoría de las normas
morales. En efecto, el término procede del griego deont: aquello que es
necesario, deber, obligación; puesto que el verbo de origen significa carezco
de. Por tanto, esta ciencia tratará de establecer limitaciones, mandatos o
reglas mínimas comúnmente aceptadas para el ejercicio de una profesión. La ética
no se agrega a las prácticas de la vida profesional, sino que forma parte de
ella, no importa cuánto se practica sino el compromiso que involucra en el
contrato moral; Lo importante es llevar la ética al campo donde nos
desempeñamos. El objeto formal de la ética es entonces el carácter que se
adquiere y se va desarrollando a lo largo de la vida a través de hábitos,
costumbres, virtudes, vicios, modo de ser, lo importante es lo que una persona
ha llegado a ser desde su misma naturaleza.
En este sentido
Cortina (l994) e Ibarra (l996), coinciden en definir la ética como una rama de
la filosofía que se ocupa de la moral y sus manifestaciones, así como de sus
relaciones con otras conductas del ser humano; es una ciencia que persigue la
conducta moral del hombre, el perfeccionamiento personal es el compromiso que
se adquiere con uno mismo de ser siempre mejor individuo, es pensar en la
condición humana donde existe la influencia de sentimientos y emociones, que
impulsa a debatirse entre el deber ser, el ser y el poder ser, para descubrir
sus fuerzas y lograr acuerdos que le permitan reflexionar sobre los principios
conductuales para perfeccionarse.
La Deontología del
docente, formador de formadores, la complejidad de las relaciones que se
establecen en su rol profesional, y la responsabilidad que implica, así como la
necesidad de armonizar las normas establecidas con los imperativos éticos,
hacen necesario un código deontológico que detalle todos y cada uno de los
compromisos y deberes del buen profesional. En relación a esto, Perdomo (2000)
sostiene que “dar la clase con ética, es tener una conducta académica externa,
como un testimonio de una convicción pedagógica interna que es entendida por
buena, de acuerdo con el conocimiento vigente” (p. 66).
En acuerdo con el
autor, existe la necesidad de redefinir la ética en la práctica educativa,
porque se hace necesario que esté orientada hacia el respeto de los derechos
humanos del educando y contribuya en la formación de sus valores y principios
de actuación; éstos, a partir de la enseñanza y modelo del educador. De allí
que, la educación superior es esencial y en los actuales momentos se requiere
del compromiso deontológico del docente, formador de formadores, en el
subsistema de educación universitaria, en su rol investigador, de tal forma que
interrelacione la docencia con la investigación, promoviendo el desarrollo de
competencias en todos los campos del saber, a partir de las realidades,
estimulando en los estudiantes su creación, recreación del conocimiento a través
de la práctica y la investigación, con compromiso, ética y responsabilidad.
Modelos Educativos
Hacer referencia a los modelos educativos,
teorías del aprendizaje, o paradigmas de
la educación, no pasa por entrar en contradicción de cómo lo denominan muchos
investigadores, ni mucho menos el de acrecentar el contexto teórico de esta
investigación, si se trata de desarrollar una hermeneusis analítica y
dialéctica del paradigma conductista, cognositivista, constructivista e
histórico social, en el contexto de la transformación educativa en Venezuela y
fundamentalmente con una visión ontoepistemica de su praxis educativa en los
Programas Nacionales de Formación, lo que ajusta su interpretación desde una
mirada social y bajo el contexto histórico del país; evidentemente hace
necesario realizar la narrativa filosófica conceptual de quienes constituyeron
su teorización, de manera que permita hacer análisis comparativo y real del
argumento, como herramienta clave en la construcción de la propuesta y del
modelo a edificar.
Es así que, desde la concepción de los modelos
educativos, la praxis ontoepistemologica de los docentes en los PNF, y sobre
todo bajo la corriente del constructivismo, se deben mencionar autores como
Good y Brophy (1990), quienes sustenta que:
El que aprende construye su propia
realidad o al menos la interpreta de acuerdo a la percepción derivada de su
propia experiencia, de tal manera que el conocimiento de la persona es una
función de sus experiencias previas, estructuras mentales y las creencias que
utiliza para interpretar objetos y eventos.
El individuo construye
su conocimiento porque es capaz de leer, escribir y preguntar a otros y
preguntarse a sí mismo sobre aquellos asuntos que le interesan, lo que pasa en
la mente del individuo es fundamentalmente un reflejo de lo que paso en la
interacción social.
Paradigma Histórico Social
También llamado
paradigma sociocultural o histórico- cultural, fue desarrollado por Vigotsky (1896-1934) a partir de la
década de 1920, este paradigma coloca al individuo como lo más importante,
visto desde su aprendizaje, Su historia
personal, clase social y consecuentemente sus oportunidades sociales, su época
histórica, las herramientas que tenga a su disposición, son variables que no
solo apoyan el aprendizaje, sino que son parte integral de él.
El constructivismo
sostiene que el aprendizaje es
esencialmente activo. Una persona que aprende algo nuevo, lo incorpora a
sus experiencias previas y a sus propias estructuras mentales. Cada nueva
información es asimilada y depositada en una red de conocimientos y
experiencias que existen previamente en el sujeto, como resultado podemos decir
que el aprendizaje no es ni pasivo ni objetivo, por el contrario, es un proceso
subjetivo que cada persona va modificando constantemente a la luz de sus
experiencias.
Pensamiento complejo
Este pensamiento, más
allá de las cantidades de unidades e interacciones, la complejidad comprende
incertidumbres, indeterminaciones, fenómenos aleatorios. En cierto sentido,
siempre está relacionada con el azar. No se reduce a la incertidumbre: es la
incertidumbre en el seno de los sistemas ricamente organizados. Así, es una
mezcla de orden y desorden, pero una mezcla íntima, diferente del
orden/desorden estadístico todo viene dado porque el ser humano en su esencia
es un ser complejo, por lo que no podía faltar los principios ajustado a un
reconocimiento y acercamiento a las conductas del comportamiento del hombre, en
torno a un sistema compuesto de partes interrelacionadas que como un conjunto
exhiben propiedades y comportamientos no evidentes a partir de la suma de las
partes individuales para no ser deterioradas por entornos grupales, un sistema
complejo no es complicado, lo que permite estudiarlo y, una vez entendido, se
encuentran mecanismos muy simples que producen complejidad.
El pensamiento
complejo integra todos los elementos que puedan aportar orden, claridad,
distinción, precisión en el conocimiento, pero rechaza las consecuencias
mutilantes, reduccionistas, unidimensionalizantes que puede producir una
simplificación abusiva. Otro aporte
importante de la complejidad, se encuentra en la pluma de Lipman (2014, p.208) de su libro Pensamiento
Complejo y Educación, quien establece que no hay nada malo en incorporar
transversalmente la reflexión crítica en los programas y curriculum de las
instituciones y estos esfuerzos serán inútiles y poco valiosos a menos que se
establezca en los alumnos, la oportunidad de confrontar ellos mismos, la
evaluación de los criterios los
conceptos y los valores necesarios para poder autoevaluar sus pensamientos y
sus aprendizajes, en donde se dé el libre intercambio de ideas y el crecimiento
intelectual, representando una emancipación desde el paradigma socio crítico.
Metodología
La ruta metodológica de toda investigación da cuenta de los
diferentes caminos que puede tomar el investigador para la construcción de
conocimiento asociados al estudio, en el cual se asumen diferentes roles
dependiendo del momento de la misma; distintas investigaciones, medidas en
espacios y tiempos han generado un debate sobre el aporte de los diferentes
tipos de investigación, cualitativas y cuantitativas, las primeras, por
considerar que se aleja de los presupuestos tradicionales del método científico,
emergiendo situaciones que han llegado a abrumar de tal modo la validación de
la metodología sobre el aporte real de sus resultados al fenómeno estudiado.
Todo ello fundamentado en que los objetos de investigación
en las investigaciones sociales, van a depender de dos grandes paradigmas como
son el enfoque de Galileo sobre la explicación en las investigaciones
científicas cuantitativas y la de Aristóteles sobre la comprensión en las
investigaciones científicas cualitativas,
dos alternativas que se les han presentados a los investigadores
sociales en el transcurrir de la historia y más específicamente en los últimos
tiempos de la modernidad y la postmodernidad.
Es menester para todo investigador y para el desarrollo
óptimo de la investigación, situar el marco metodológico necesario para
responder y enriquecer las preguntas de la misma. La selección de una
determinada metodología no es un proceso que surge de modo natural y automático
con el fenómeno de estudio, sino que deviene como resultado de un conjunto de
reflexiones y formas de mirar la realidad de quien investiga, en este caso en
cuestión, se trata de la praxis educativa, desde una mirada ontoepistemológica
en los Programas Nacionales de Formación en Venezuela.
La dialéctica sobre que o cual método, debe validar la
investigación, sobre todo cuando la
temática está referida a la educación, donde la diversidad de saberes y técnicas en los docentes, varía según la
escuela de su formación, hace imperativo para el investigador transitar por
variados paradigmas e itinerarios de indagación ontológica, epistemología y
metodológica, de las diversas escuelas y corrientes cuantitativas y
cualitativas, no sin antes profundizar en el contexto ontoepistemológico del
conocimiento.
Naturaleza
Con base a este análisis,
la investigación pertenece al paradigma cualitativo, es decir, pretende
utilizar la información suministrada por los informantes claves, para su
análisis e interpretación hermenéutica, sin medición numérica cuantificada de
datos o resultados experimentales del fenómeno en estudio. En ese sentido,
Grinnell (1997), establece que la investigación cualitativa se fundamenta más
en un proceso inductivo (explorar e interpretar, y luego generar perspectivas
teóricas). Van de lo particular a lo general. Por ejemplo, en un típico estudio
cualitativo, el investigador entrevista desde una sola persona o informante
clave hasta varias según sea la necesidad, se analiza la información que se obtuvo y obtiene
hallazgos interpretativos del fenómeno en estudio. En el mismo orden, Lincoln y
Denzin (1994, p.576), sostienen que la investigación cualitativa es un campo
interdisciplinar, transdiciplinar y en muchas ocasiones contra disciplinar, ya
que atraviesa las humanidades, las ciencias sociales y las físicas; es multiparadigmática
en su enfoque, los que la practican son sensibles al valor del enfoque
multimetódico. Están sometidos a la perspectiva naturalista y a la comprensión
interpretativa de la experiencia humana, Al mismo tiempo, es político y
construido por múltiples posiciones éticas y polifacéticas. El investigador
cualitativo se somete a una doble tensión simultáneamente, por una parte, es
atraído por una amplia sensibilidad, interpretativa, postmoderna, feminista y
crítica, por otra puede serlo por unas concepciones más positivistas, post
positivistas, humanistas y naturalistas de la experiencia humana y su análisis.
Tipo de Investigación
De acuerdo a las
características mencionadas y a la particularidad de la temática en cuestión,
la investigación es de tipo “Racionalidad
Hermenéutica, Fenomenológica y etnometodológica”, donde lo hermenéutico se desarrolla en la narrativa y el uso del
lenguaje, entendido en su doble acepción dialéctica, que lo concibe, por una
parte, como la vía a través de la cual socialmente construimos la realidad
desde procesos sostenidos en relaciones intersubjetivas, que configuran el
dominio lingüístico y semántico que hace posible las acciones de entendimiento
humano; y por otra, como medio de circulación de dicha construcción, es decir, como
el acto comunicacional propiamente tal, el que a su vez, en el decir de
Echeverría (1993), se verá asociado a los actos de interpretar, expresar, de
explicar, de traducir y, por lo tanto, de hacer comprensible el sentido de la
investigación.
La visión
fenomenológica viene dada por la relación intersubjetiva entre las personas que
conforman la unidad de estudio (Ruiz, 1996). Cuando en dicha unidad concurren
diferentes grupos humanos, que se distinguen entre sí por características muy
específicas, ya sea por rol, estatus u otro elemento, se trata de los docentes
y estudiantes de la Universidad Politécnica Territorial del Estado Mérida
“Kléber Ramírez” (UPTMKR) en sus Programas Nacionales de Formación, donde se
coloca en manifiesto, la subjetividad y conciencia del ser. Por su parte del
mismo autor se desprende que toda investigación cualitativa siempre tiene un
carácter fenomenológico desde este punto de vista que expresa la relación
dialéctica que surge entre el objeto y sujeto de estudio.
El carácter etnometodológico,
surge en primer lugar, en la figura del investigador como miembro y
protagonista del proceso enseñanza y aprendizaje en su función como docente de
la UPTMKR y su intento por estudiar los fenómenos sociales incorporados a
nuestros discursos y nuestras acciones a través del mencionado proceso, y el
análisis de las actividades humanas en la interacción docentes/estudiantes.
Dado que la característica distintiva de este método radica en su interés por
centrarse en el estudio de los métodos o estrategias empleadas por personas
para construir y dar sentido y significado a sus prácticas sociales cotidianas.
Hallazgos
Luego del análisis y
desarrollo de la investigación, y dado la complejidad como se construye, se
establecerá como marco arquitectónico, el uso de “Metacategorías”, “Categorías
emergentes o sub categorías” y “Dimensiones” que se erigirán, tomando como base
las opiniones expresadas por tres informantes claves, constituyendo la fuente
primaria de la investigación, todo ello de manera de correlacionarlas con el
marco teórico conceptual que sustenta la misma.
Toda vez recopilada la información por cada uno de los
informantes claves, se construye la
correlacionar dialógica interactiva por cada una de las subcategorías
diseñadas, representando el insumo de información base para el
desarrollo de la hermenusis (ver Figura 1), todo ello en el marco
de reunir un nuevo cuerpo teórico reflexivo para la
construcción del modelo teórico interpretativo, es importante destacar que esta interacción dialógica
permite visualizar los procesos y opiniones dado por cada informante clave, en
correlación con las Categorías y Metacategoría diseñadas por el investigador,
todo ello con base a facilitar la interpretación al momento de la triangulación y relación existentes
tanto por la información recabada, como la documentación y marco teórico
contextual, que le da soporte hipotético al tema investigado.
Figura 1
Modelo Formativo de la Praxis Ontoepistémica,
Humanista, Social y Dialectico
Como conclusión en los
hallazgos, se establece que la praxis ontoepistémica en el docente protagónico y
activo en los PNF, se debe fundamentar en el carácter emancipador de la Teoría
Sociocrítica, como base necesaria en la construcción de un modelo teórico
interpretativo dirigido al personal docente cuyas características deben estar
enmarcadas en el carácter humanista, social y dialéctica.
El
modelo de formación dirigido a los docentes, debe permitir la consolidación de
un profesional cuyo proyecto de vida, lo identifique como un ser de calidad
académica, integral, creativo, critico, reflexivo, con estrecha vinculación
social y de carácter humanístico, de manera que esa misma naturaleza, le
permita la integración e interacción dialéctica con sus estudiantes en el
proceso enseñanza aprendizaje, como praxis ontoepistemológica en la
construcción de los saberes, se trata de la naturaleza del ser, de la
emancipación critica de su contexto
social , de su proyecto de vida,
como parte de la conformación
de una sociedad más
segura.
Se trata de ver la
condición del ser como profesional, formado dentro de los principios
emancipadores como un estilo de vida, aceptando la alteridad como parte natural
en el reconocimiento del otro, desarrollar una cosmovisión de los procesos de manera horizontal en una
condición de iguales, que exista siempre coherencia entre el discurso y la
acción, desarrollar el trabajo colaborativo dentro del contexto educativo
y profesional, que alcance a ver el
mundo desde lo más simple a lo más complejo como parte esencial en la reflexión
de vida, que su filosofía de vida se sustente dentro del humanismo como
principio ético moral del ser. Que permita elevar un alto nivel de conciencia
social en la construcción de una sociedad justa y la construcción de un país
con visión planetaria del desarrollo.
En tal sentido, se
plantea como un modelo abierto pensado como alternativo a la escolaridad
tradicional y como una propuesta de política universitaria, centrada en una
estrategia de desarrollo y transformación cultural con protagonismo ciudadano y
teniendo en la mira el desarrollo local o institucional y el desarrollo humano,
asume una visión íntegra de lo educativo desde la complejidad, con los
requerimientos de una ciudadanía plena, articulando academia y comunidad.
El proyecto se
construye bajo la diada “Tutor-Estudiante”, construyendo un plan de estudio de
especialización en una sub área de conocimiento en Pedagogía Critica a todos
los docentes que inspirados y motivados en actualizar sus conocimientos dentro
del contexto del siglo XXI, desarrollan los conocimientos necesarios que den la
base cognitiva para el desarrollo de una praxis ontoepistemológica en su
quehacer activo como parte del rol protagónico en el proceso enseñanza y
aprendizaje. Construyendo conjuntamente con el tutor de proyecto, los
seminarios necesarios que permitirán su acreditación y certificación titular
dentro del programa con temas que definan la estructura cognitiva para la
formación en el área de estudio
Toda vez graficado la
correlación dialéctica entre la contextualización teórica educacional critica,
los aportes de los Informantes Claves, así como de la contribución del
investigador, permitirá obtener los insumos necesarios para esbozar la
estructura curricular del diseño.
El modelo teórico
interpretativo se construye con base a Metodología Socio Crítica de Klafki, cuya génesis y
tendencia crítica en la ciencia de la educación, es la emancipación de los
individuos, cuyo desarrollo curricular se enmarcaría en la “Praxis
Ontoepistémica en los PNF, una visión Humanista Social y Dialéctica”
Esta visión académico pedagógica,
se presenta a continuación en la Figura 2, como una construcción flexible de la
diversidad de seminarios y contenidos que se pueden impartir dentro de un plan
de estudio de especialización en Pedagogía Critica, lo importante del diseño es
la respuesta que deben brindar los futuros especialistas, enfocados en la
praxis Ontoepistémica fundamentados en los estamentos Humanista Social y
Dialéctica.
Figura 2
Programa de Especialización en Pedagogía
Crítica con visión Humanista, Social y Dialectico
Finalmente, la
Hermeneusis que se traduce de la propuesta del modelo humanista social y
dialectico, responde en la asociatividad que debe existir entre, el accionar
ético moral del hombre, que permita alcanzar la universidad que deseamos,
avocada al desarrollo humanista, de la ciencia y la tecnología, en pro de ese
ciudadano integral que se pretende formar con la construcción de seres únicos.
Se trata de la emancipación del hombre como parte de la cultura social y el pensamiento,
que transcienda en la revitalización, en
perspectiva histórica, del pensamiento integracionista latinoamericano,
como eje fundamental de la formación integral.
Otro de los aspectos a considerar y que constituyen base esencial en la construcción del modelo, más allá
de la institucionalidad académica como
escenario de campo para el desarrollo de
esta investigación, es que nuestro escenario país decidió desde su gente, a realizar cambios profundos en lo social, en
lo político, en lo económico y sobre
todo en lo humano, trasformar su modo de vida rompiendo con muchos de los esquemas de la viejas teorías y praxis
relacionadas con los cambios sociales, políticos, económicos, culturales e
ideológicos, decisión, que conlleva a la
realización de cambios profundos en el sistema educativo en general en cualquier de sus niveles y que
específicamente en el nivel universitario, reposa la consolidación ética y profesional de construir el hombre
nuevo.
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