Introducción
Una comunidad que aprende, es una
organización que permite el desarrollo completo,
exigente y sostenible de sus objetivos; inspirando en
sus colaboradores responsabilidad, dedicación,
esfuerzo, creatividad e innovación a favor de sí
mismos y de la institución; esto, a su turno, traería
consigo el fortalecimiento del liderazgo pedagógico.
Sin embargo, pocas instuciones logran esas
metas, debido a diversos factores y circunstancias,
entre ellas: a) mezquindad de parte de los
colaboradores antiguos para contagiar su esfuerzo y
otorgarlo de manera gratuita e inmediata a los nóveles
trabajadores; b) desconocimiento y conformismo de
parte de los trabajadores para seguir creciendo en lo
profesional y laboral; c) visión inicial para el logro de
la misión organizacional; d) pasantías nulas o
incipientes en la práctica diaria en los colaboradores,
gerentes y directivos de la institución; e) arribo de
nuevos colaboradores, entre docentes, personal
administrativo y logístico producto de las
movilizaciones sociales internas y externas que se
convierten en pasantes, irremediablemente.
Apumayta et al., (2022) agrega, además por los
cambios vertiginosos que nos otorga la modernidad
en los ámbitos educativos, laborales, económicos,
investigativos, etc.
Por ello, Castillo et al., (2017) manifiestan que
el incremento de la diversidad socio-cultural en
nuestro tiempo, evidenciado por migraciones de
personas que se mudan de un lugar a otro a través de
las fronteras abiertas; intercambio social y comercial
masivo a nivel global, vienen generando nuevos
problemas a los estados en todo orden. Como se
observa estas migraciones permite movilizar a los
profesores nuevos y antiguos de toda institución
pedagógica; convirtiendo a los docentes nuevos o
nóveles en pasantes para la institución educativa
receptora. Mendoza et al., (2022) expresan que la
COVID-19 se ha propagado velozmente por todo el
planeta, y esto, puede ser causal de haber
desencadenado las movilizaciones masivas,
generando en los países vecinos, regiones y
provincias, la presencia de pasantes.
A su turno Barrientos (2019) reflexiona que en
los últimos años la educación viene pasando por
diferentes reformas educativas e institucionales con el
propósito de activar la gestión educativa y redirigirla
a lograr una educación de altísima calidad; no
obstante, estas propuestas no tienen sostenibilidad,
debido a la aplicación de políticas educativas
equívocas que no proyectan una educación verídica.
Esto se puede evidenciar por la poca consistencia
académica en el diseño curricular que es cambiado
con regularidad.
Efectivamente, en las instituciones se observa
la aplicación de un currículo acorde a lo planeado
años antes, quizá con cinco años de antigüedad y esto