Tipo
de Publicación: Ensayo
Recibido: 27/07/2020
Aceptado: 05/09/2020
Autor: Marycarmen
Rodríguez Santos
Licenciada
en Educación
Magíster
en Gerencia Educacional
Doctora
en Gerencia
Universidad
Yacambú
Cabudare-Lara-Venezuela
https://orcid.org/0000-0001-5108-8952
E-mail: v-10849474@micorreo.uny.edu.ve
EDUCACIÓN VIRTUAL A PROPÓSITO DEL COVID 19
Resumen
La educación virtual es una
tendencia desarrollada durante décadas a nivel mundial, pero ésta no ha sido
una estrategia uniforme para todas las organizaciones. Desde finales
del siglo XX, la sociedad está inmersa en dos grandes vertientes, la sociedad
de la información y la sociedad del conocimiento,
acompañada de la tecnología además de la globalización, lo cual significa que la
aspiración en el área educativa es ir ajustándose a estos cambios, obligando a
la adecuación del currículo a las necesidades de la producción de conocimiento
requeridas desde las comunidades científicas, organizacionales, académicas. En
fin, el norte sigue siendo la búsqueda del conocimiento cuya producción incida
directamente en la calidad de vida de la colectividad, donde el manejo adecuado
de las herramientas educativas propenda al mejoramiento de los procesos, por ende,
a la adaptación tecnológica impregnada de innovación en las políticas
educativas. A raíz de la aparición del COVID 19, las casas de estudios se han
visto en la necesidad de responder de forma rítmica a los requerimientos de la
pandemia mundial, por tanto, es imperante la búsqueda efectiva hacia a la
transformación, distribución y aplicación auténtica
del conocimiento del estudiantado peruano.
Palabras
Clave: Educación Virtual, Políticas Educativas, Gestión Docente,
COVID-19.
VIRTUAL EDUCATION ABOUT COVID 19
Abstract
Virtual education is a trend that has been
taking place for decades worldwide, but this has not been a uniform strategy
for all organizations. Since the end of the 20th century, society has been
immersed in two main aspects: the information society and the knowledge
society, accompanied by technology and globalization, which means that the
aspiration in the educational area is to adjust to these changes. , forcing the
adaptation of the curriculum to the needs of the production of knowledge
required by the scientific, organizational and academic communities. In short,
the north continues to be the search for knowledge whose production has a
direct impact on the quality of life of the community, where the proper
management of educational tools tends to improve processes and, therefore, to
technological adaptation that drags the innovation in educational policies. As
a result of the emergence of COVID 19, the houses of studies have been forced
to respond rhythmically to the requirements of the global pandemic, and it is
imperative that this search effectively lead to the transformation,
distribution and effective application of student knowledge. Peruvian.
Key words: Virtual Education, Educational Policies,
Teaching Management, COVID-19.
Introducción
El
desarrollo económico unido al ritmo acelerado impuesto por las nuevas
tecnologías, han obligado a las organizaciones a replantearse frente a los
actuales retos a nivel tecnológico, dando a la humanidad muchas más
herramientas, además de una mayor capacidad respecto
al alcance oportuno de su competitividad y sostenibilidad
en el día a día, de una manera mucho más eficaz. Son muy pocas las
organizaciones y en especial las educativas, las que ven
este recurso como una estrategia de garantía ante los procesos académicos en
las instituciones, pues continúan enfocando su quehacer pedagógico en unas
prácticas ministeriales en lugar de verlo como una experiencia vivencial y
significativa con sus estudiantes donde se debe tener en cuenta el contexto
situacional de los escolares.
Las
innovaciones pedagógicas invitan a los profesionales para que sean capaces de
responder, a través de sus estrategias pedagógicas, de manera cónsona con las
demandas actuales y futuras de la nueva era, en donde los aprendizajes sean
integrales con la oportunidad de potencializar las capacidades y habilidades de
los estudiantes además de llevarlos a desarrollar una actitud reflexiva,
crítica e independiente, con conciencia al enfrentar de positivamente sus
propias realidades.
Hoy
en día los usos de herramientas tecnológicas incursionan como un recurso rescatador
del conocimiento colectivo en el logro de los objetivos de las escuelas,
convirtiéndose en un recurso estratégico para ellas y transformando la visión percibida
hasta ahora, pasando de ser un recurso tangible con la finalidad de convertirse en elemento intangible que aporta al
fortalecimiento y el desarrollo de la organización mediante su conocimiento,
habilidades y capacidades. Ahora las Instituciones Educativas como
organizaciones deben reevaluarse frente a la
manera como desarrollar los procesos escolares, buscando siempre el
direccionamiento hacia el aprovechamiento de las habilidades de su personal en
el alcance de sus propios objetivos desde un trabajo mucho más competitivo,
basado en el conocimiento colectivo, creando vínculos de responsabilidades entre
los diferentes estamentos institucionales.
Esta
era exige la renovación continua del conocimiento, haciéndose necesario un
enfoque del quehacer pedagógico fundamentado en el desarrollo de competencias y
no en el aprendizaje de informaciones lineales o memorísticas.
La sociedad requiere de individuos con una mayor capacidad de observación, de
análisis, de síntesis, por tanto, los docentes desde su formación deben estar
preparados para ello. En razón a lo anterior, se hace necesario abordar la
visión de los actores educativos peruanos en tiempos del COVID-19, un virus
convertido en pandemia, obligando al cambio de modalidad de la enseñanza en una
versión no tomada en cuenta en muchas instituciones escolares, situación que debe
revertirse cuando la necesidad es sostener el nivel educativo de las
comunidades estudiantiles y así no detener la construcción de los aprendizajes
en el país.
La
Educación a Distancia en Perú en Tiempos de Pandemia
La
historia contemporánea de la educación advierte la influencia de las
circunstancias económicas y sociales de cada Nación sobre este proceso, por
cuanto estas realidades ven su afección directa
en el sistema educativo de los países del Mundo. En el pasado, la prioridad del
Estado era solventar los problemas sociales a pesar de las circunstancias
educativas, cuyas bondades eran redactadas solamente
para sitiar las dificultades del hombre en su contexto, sin dar entada a las
necesidades de aprendizaje de los ciudadanos del día a día; a razón de lo
anterior, valdría la pena preguntar acá: en la actualidad, ¿Las políticas
educativas siguen estableciéndose en función de satisfacer las demandas
sociales?
Ahora
bien, esta situación se ha mantenido desde hace mucho tiempo atrás,
principalmente en países como Perú,
México, Chile, Uruguay, Brasil y Venezuela,
donde quienes han ostentado el poder emplean políticas indemnizadoras
en sus intenciones gubernamentales, lo cual se atribuye a que las filosofías
educativas sólo deben responder a la filosofía del Estado, en tanto, los requerimientos de formación de los académicos
iban en función de una preparación formal que mantenga las ideas de los
representantes de cada país.
Esta
premisa sugiere un hombre adaptado a los cambios ocurridos en el mundo
globalizado donde permanece, con el objetivo de ir acoplándose
a las realidades presentadas en el compartir de
las condiciones ofrecidas por su entorno, convencidos firmemente que en la
academia está el secreto de responder a las necesidades de cualquier índole a
nivel social. Esta solicitud de adaptación está
en combinación la aparición de la tecnología, proponiendo
un reacomodamiento de los saberes en contraste con las formas tradicionales de
aprehender el conocimiento.
Bajo
estas circunstancias, cabe decir
que el final del siglo XX y el inicio del siglo XXI, se integraron
velozmente al uso de la tecnología dándole un impulso incontrolable a los
cambios sociales en el mundo del saber, transformándose las formas de aprender,
compartir el conocimiento y comunicarnos los unos con los otros. De esta
manera, el uso de las TIC en las organizaciones educativas vino a generar un
mundo de posibilidades en la preparación, recolección, transporte, consulta,
almacenamiento, acceso, presentación y transformación de la información en
todas sus formas (voz, video, gráficos, texto e imágenes).
No
obstante, el siglo XXI
representó para novelistas, cineastas y publicistas del siglo pasado, un tiempo
lleno de visiones ilimitadas en el uso tecnológico, en este escenario, la tecnología arropo con tal magnitud al hombre que
la posibilidad de concretar la información fue avasallando la preparación de la
sociedad. Así pues, mientras, el conglomerado de humanos se enfrentaba a la
gran cantidad de medios tecnológicos disponibles, y en los países
latinoamericanos, el manejo, manipulación, uso, adquisición, desarrollo o
implementación de los recursos tecnológicos, resultaron lentos, ya sea por
recursos económicos disminuidos, poca capacidad al cambio u otras causales en
el orden cultural; este ritmo se repitió continuamente, es decir, la parte
manual seguía siendo lo norma en los años finales del siglo veinte.
Al respecto, Pásara (1991), en el compendio Nueva
Sociedad precisa la experiencia de los microindustriales
peruanos de los ochenta, mostrándolos como artesanos sin capital y sustentados
con créditos bancarios, los cuales fueron limitando su posibilidad de
adquisición de tecnología, donde el crecimiento se vio subordinado a la
singularidad y competencias manuales de los comerciantes y productores,
situación repetitiva en el resto de países del sur. En consecuencia, muchos
países no responden a los requerimientos tecnológicos del mundo actual porque
esta situación de cuarenta años atrás se observa ahora y en un campo muy
trascendental para el progreso de un país como lo es el sector educativo.
Como resultado de esto, podemos encontrar
instituciones educativas ajenas al pleno tecnológico como una herramienta de
aprendizaje, siendo usado como un recurso administrativo, el cual viene a
simplificar el trabajo de entregas de calificaciones, reportes estadísticos,
informes de ocurrencia de eventos, entre otros, pero no emplea estas bondades
de los entornos virtuales de aprendizaje para generar y construir conocimiento que
imprima tanto valor a la sociedad como a sus ciudadanos. En razón de esto, es
necesario entonces, una gerencia que considere
el uso de las TIC en el mundo educativo con la intención de potenciar saberes,
además de haceres engranados con las realidades escolares actuales.
Respecto
a la gerencia educativa, los responsables de las instituciones escolares deben
propiciar el uso de las redes tecnológicas dentro y fuera
de las aulas de clases, atendiendo las posibilidades creativas, estratégicas y metodológicas del docente, además de las formas de
apropiarse del conocimiento, tanto en su transmisión como promoción. En situación a lo anterior, las
instituciones educativas producen además de compartir conocimiento en pro de la
excelencia educativa, incentivando a que cada actor descubra sus debilidades y fortalezca sus
capacidades, con el único fin de convertirse en seres competitivos en la
sociedad donde se desenvuelven.
En
este orden de ideas, el prestigio de una institución se sustenta en la
preparación de su recurso humano, necesita así un docente capaz de resolver
conflictos en equipos de trabajo de manera conjunta y amena, apoyado en su
discernimiento individual a la vanguardia de los avances sociales, culturales y
tecnológicos del contexto escolar, manteniendo una relación laboral sustentada
en la subjetividad del comportamiento humano y tecnológico de quienes hacen
vida en este entorno en respuesta a una
idiosincrasia cultural propia. Antes de avanzar en la temática de la educación
a distancia, es preciso detenerse en la meta de esta modalidad de estudios, es
brindar oportunidades conformes al proceso educativo demandado efectivamente por
la sociedad del conocimiento en concordancia a los avances tecnológicos del
siglo XXI.
Al
respecto, los entornos virtuales se visualizan como herramientas para un
aprendizaje flexible, inclusivo, al alcance de cualquier persona sin importar
su ubicación geográfica, sobre todo, son elementos ajustados a la
disponibilidad de tiempo por las características asincrónicas de la mayoría de sus
recursos, en este contexto el participante se adapta a su capacidad y asimilación
intelectual, generando lo que algunos autores llaman vertiente social del
aprendizaje. En fin, la idea de la educación a distancia es mantener aulas virtuales
modernas, accesibles, que brinde satisfacción a los miembros de la sociedad del
conocimiento, quienes permanecen en la búsqueda continua de nuevos aprendizajes
y herramientas. Al respecto, para Rey (2013) la
virtualidad requiere de un entorno de aprendizaje adecuado y dinámico, que potencie la participación del estudiante, quien es el
protagonista de estos encuentros centrados en un ambiente colaborativo,
comunicativo, personalizado, productivo.
No
obstante, en razón de las consideraciones anteriores, no todos los
participantes tienen éxito en este ambiente, particularmente debemos tener
claro que podemos conseguirnos personas con más
aciertos en las aptitudes tecnológicas, con mayor disponibilidad de recursos
materiales (computadoras, acceso a internet, teléfonos celulares, entre otros),
además de contar con estudiantes con experiencia y madurez académica, quienes ven
con mayor facilidad el desenvolvimiento en el aula. En función de esto, los
docentes están en el deber de crear ambientes amigables, además de atractivos que
permitan promover un aprendizaje colaborativo en base a los contenidos planificados
desde la apertura del estudio, para construir un conocimiento compartido.
Definitivamente tecnología sin recurso no asegura la probabilidad de éxitos,
educación sin docentes comprometidos y estudiantes ansiosos de construir su
conocimiento, tampoco funciona, por ello no solo se necesita tecnologías de
última generación sino más bien enseñar cómo aprovechar al máximo la misma
A
razón de lo anterior, en la gestión educativa se mezclan una serie de aspectos
educativos, tecnológicos, sociales y culturales, por tanto, podemos afirmar que cualquier decisión a nivel
gerencial puede tener efectos a nivel local con miras de trasladarse a un plan
más amplio al ofrecido por una simple institución escolar. Es en ese sentido, que
los procesos administrativos en un área delimitada pueden resurgir en efectos
al exterior de la organización y quizás, cause sacudidas en el adecuado
funcionamiento de las empresas educativas. Tal es el caso del brote del virus
denominado COVID-19, surgido originalmente en la ciudad de Wuhan, provincia de
Hubei, China, a finales de diciembre de 2019, el cual ha sido catalogado por la
Organización Mundial de la Salud como pandemia a partir del 11 de marzo de 2020
afectando a más de 100 países, creando, de esta manera, una situación sin
precedentes en la historia moderna.
Por otra parte, los
efectos del brote y la rápida propagación del virus COVID -19 no solamente han
tenido repercusiones en el sector sanitario debido al aumento creciente de
contagios, también en el sector educativo ha producido un impacto profundamente
negativo, y debido a la dificultad para frenar la expansión de la pandemia, los gobiernos
se han visto obligados a aplicar medidas extraordinarias que han repercutido en la
modalidad de la enseñanza en gran parte de las naciones afectadas. Podemos
anticipar entonces un futuro con políticas emanadas por las autoridades
mundiales que afectarán a la educación en tres aspectos principales: lesión del
aparato educativo con una población sin preparación en un proceso educativo a
distancia, creando trastornos en la vida familiar de los estudiantes, docentes
y autoridades educativas, incidiendo negativamente en el buen desempeño de la
labor académica en gran medida.
En este orden de ideas,
tomo lo anterior como premisa, constatando que antes del brote del
virus COVID-19 la educación en Perú se desarrollaba bajo la modalidad
presencial en la totalidad de las instituciones educativas del país. La falta
de preparación tecnológica en los encargados de enseñar tiene efectos fatales
para sobrevivir satisfactoriamente a la implementación de la
enseñanza a distancia. Aunado a esto, en gran cantidad de hogares peruanos no
se cuenta con equipos tecnológicos ni con buenas conexiones a internet para que
el desenvolvimiento de la educación virtual sea una estrategia exitosa en su totalidad.
Teniendo claro la manera como el brote del virus COVID-19 afecta el aparato
escolar, también podemos destacar los efectos negativos que la pandemia traerá
al nivel educativo de los conciudadanos peruano.
Estas perturbaciones en
las instituciones educativas a todo nivel, ha provocado posiciones adversas de uno o más agentes clave
del hecho escolar, considerando que estas alternativas no son rentables en las
condiciones actuales de formación académica, debilitando así la confianza en la
gestión del titular del Ministerio de Educación en Perú. Los expertos aseguran
una disminución significativa de los mercados educativos, ya que gran cantidad
de colegios particulares cerraron sus puertas, esto en virtud de no contar con
una plataforma virtual adecuada o porque, simplemente, los padres de familia se
han visto en la necesidad de retirar a sus hijos al verse en la imposibilidad
de pagar las pensiones, en este escenario, un gran número de ciudadanos se quedaron
sin empleo debido a la recesión económica originada por la aparición de este
virus. Lo importante es estar claro que los
conocimientos gestionados deben conectarse con
el mundo en general, sin conocerse, sin ponerse de acuerdo, simplemente el
conocimiento surge de manera espontánea.
Ahora
bien, en mi percepción como docente he observado que, en todos los espacios
digitales de mis interacciones diarias se dan procesos de creación y
construcción de conocimientos, tanto en los encuentros diarios como en las
interacciones sociales afectivas entre los estudiantes. Sin embargo, esta
situación no es igual para la totalidad de los involucrados por mantenerse en circunstancias
contextuales distintas, el hallazgo alcanzado en este momento es apoya en la dificultad de los actores escolares para
llevar a cabo este proceso de la educación remota, lo cual me ha permitido me
percatarme de una situación estrechamente ligada al componente afectivo
emocional relacionado a su vez con la condición económica y cultural que subyace
en estos días de pandemia.
De
modo tal, que son muchos los factores relevantes conjugados en este cambio de
modalidad sin preparación previa, donde se vislumbra la necesidad, como
docentes de conocerse a uno mismo; contar con empatía; desarrollar habilidad social
y motivación; los cuales son elementos trascendentales para el éxito tanto en
la vida cotidiana como en el trabajo virtual; inclusive llegando a darle más
importancia que al coeficiente intelectual.
Desde esta visión, y planteado lo
vivenciado en la experiencia de enseñanza virtual, considero que cada vez se hace más ineludible el reconocimiento a
la necesidad de recurrir al manejo de las emociones de los estudiantes de forma
inteligente. En los momentos actuales para todos los involucrados con la educación,
el componente emocional es altamente influyente en los procesos de aprendizaje y
construcción de conocimiento.
Como
lo mencioné con anterioridad, existe un componente emocional entre los
docentes, padres de familia y estudiantes de la comunidad escolar que actúa como catalizador dentro de los procesos
cotidianos en la misma. Considero
pertinente apoyarme en Morin (1999) cuando afirma “en el mundo humano, el
desarrollo de la inteligencia es inseparable del mundo de la afectividad, es
decir, de la curiosidad, de la pasión, que son, a su vez, de la competencia de
la investigación filosófica o científica” (p.39). Así pues, la cita
referenciada contribuye a la observación en mis clases diarias y en el
compartir con mis colegas, así como con los padres de familia, puesto desde mi
visión, la afectividad existente entre los participantes de los entornos
virtuales propicia de manera positiva los procesos de aprendizaje; así como de
la construcción y gestión del conocimiento potenciando la inteligencia colectiva
en los espacios digitales de la educación peruana.
Bastaría
aquí apelar a las voces de otros actores escolares que nos permitan ahondar en
esta visión del cambio de modalidad de la enseñanza en tiempos de pandemia, lo
cual estoy segura dará pie a distintas posiciones motivadoras a la evaluación
del rumbo de las políticas educativas ejecutadas por las autoridades peruanas
como forma de enfrentar los momentos de crisis de salud enfrentados hoy por
hoy.
Referencias
Morín,
E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESOCO-IESALC. Caracas.
Pasará, L.
(2011). Ambivalencia en los nuevos actores sociales: La experiencia peruana.
Buenos Aires, Argentina
Rey, J. (2013). Mis
editoriales acerca de las TICS en Educación. Biblioteca Digital Virtual Educa. Buenos Aires, Argentina